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Senderismo Ruta de Colomera.

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Senderismo en Granada, una ruta de senderismo donde las pinturas rupestres, el castillo y los quercus -árboles milenarios- existentes en la zona se suman a la oferta cultural del recorrido. Colomera, un pueblo que ha sido tradicionalmente una de las despensas de Granada, tiene numerosos atractivos, como el puente romano o el cementerio visigodo.

Comarcas: Poniente Granadino

Municipios: Colomera

Longitud del recorrido: 17,2 km

Duración estimada: 5 horas

Altitud de salida: 867 m

Altitud máxima alcanzada: 1.041 m

Desnivel máximo positivo: 630 m

Ecosistemas: De media montaña

Época recomendada: Todo el año

SALIDA DESDE COLOMERA

Colomera es el punto de partida y llegada de la ruta. El coche se puede dejar en la parte baja del pueblo -ya que el municipio es muy complicado para circular- y recorrer el casco urbano andando hasta llegar a la parte más alta, donde se toma un carril ascendente, situado frente a un depósito de agua.

¿Qué necesitas?
-Transporte o te acoplas en otro vehículo.
-Ropa cómoda de manga corta, de manga larga, sudadera y chaquetón.
-Zapatillas o calzado de montaña con calcetines.
-Chubasquero (nunca se sabe).
-Bastones (recomendados).
-Crema solar, gorra y gafas de sol.
-Barritas energéticas, fruta, agua y zumo, para los descansos.

¿Qué incluye?

-Seguro de asistencia y seguro de responsabilidad civil.
-Monitores guías titulados.
-Reportaje fotográfico y videos de la actividad.

10 disponibles

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Descripción

Senderismo en Granada, una ruta de senderismo donde las pinturas rupestres, el castillo y los quercus -árboles milenarios- existentes en la zona se suman a la oferta cultural del recorrido. Colomera, un pueblo que ha sido tradicionalmente una de las despensas de Granada, tiene numerosos atractivos, como el puente romano o el cementerio visigodo.

SALIDA DESDE COLOMERA

Colomera es el punto de partida y llegada de la ruta. El coche se puede dejar en la parte baja del pueblo -ya que el municipio es muy complicado para circular- y recorrer el casco urbano andando hasta llegar a la parte más alta, donde se toma un carril ascendente, situado frente a un depósito de agua.

En este punto se encuentra un panel de información que muestra el trazado del itinerario. La primera parada que merece la pena realizar es en la zona del Hundidero, junto al macizo rocoso en el que se encuentran la Iglesia de la Encarnación y los restos del castillo -aún se conservan fragmentos de muros y algunas torres- dominando el pueblo. La primera parte de la ruta es un ascenso suave y muy gradual por un carril bastante ancho. Durante esta parte del trayecto se pueden recoger un gran número de plantas aromáticas, romero, tomillo y lavanda, entre otras. El sendero serpentea hasta llegar a una vaguada donde la subida comienza a ser más pendiente y dificultosa, lo que exige un mayor esfuerzo.

Al final de la cuesta se encuentra el Puerto de los Lobos Harteros, el punto más alto de la ruta, desde donde se aprecia una panorámica espectacular del embalse de Colomera y del pueblo. Desde aquí el camino empieza a descender, buscando la carretera que se ve desde el puerto. Tras cruzar un tramo de monte bajo y de olivar, el sendero se mantiene a duras penas y es fácil de perder, por lo que exige mucha atención.

Después de esta zona, la ruta es mucho más fácil de seguir. La vereda, que se ensancha de nuevo, está asfaltada y corre paralela al embalse. Tras unos diez minutos de camino vuelve a convertirse en una pista de tierra, que nos llevará hasta la fuente del Cauro.

El camino continúa, girando a la derecha, de forma que da la sensación de volver a Colomera durante parte del trayecto, hasta que se encuentra la forma de cruzar la presa. En el pantano se pueden apreciar barbos y carpas de gran tamaño -si se lanza unas migas de pan los peces subirán a la superficie-. En el entorno del embalse se pueden practicar multitud de actividades deportivas y de ocio, siempre que no se usen medios motores. Está permitido el baño y la pesca, así como la vela y el piragüismo.

Nada más cruzar la presa el sendero gira a la izquierda y el viajero continúa su camino por la orilla del embalse hasta llegar a la carretera de Benalúa de las Viñas. Se cruza y aparece un sendero amplio por el que seguirá la ruta. Un poco más adelante se llega al Cortijo del Chopo donde, hay una nueva fuente y numerosas sombras para descansar. Desde este punto el camino no tiene dificultad hasta llegar a una necrópolis visigoda, donde el viajero está obligado a parar. Se trata de un enterramiento enclavado entre olivos. La mayor parte de las tumbas están abiertas, algunas de ellas en buen estado todavía, con las lápidas en el fondo.

Tras esta parada el sendero se complica, ya que los cultivos se han comido el camino original y hay, aproximadamente, unos 150 metros en los que se camina por un olivar, hasta llegar a un carril muy estrecho que desciende en paralelo a un barranco -el cementerio está en lo alto de un peñasco- que lleva agua en contadas ocasiones pero que, cuando lo hace se forma una cascada de gran belleza. En la zona se encuentran muchos amonites -fósiles del Cretácico con forma de caracol-. Allí acuden los alumnos de la Facultad de Paleontología de la Universidad de Granada para aprender en vivo la asignatura.

El camino sigue bajando paralelo al barranco hasta llegar, de nuevo, a la carretera de Benalúa. Siguiéndola se llega hasta el puente romano que corona el río Colomera. Se encuentra junto a un antiguo molino de aceite rehabilitado. Tras atravesar el puente se asciende por un sendero hacia el pueblo, donde finaliza el viaje.

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