Ruta senderismo acuático Lentegí (copia)

Esta ruta transcurre por un tramo de pista forestal entre Lentegí y la Carretera de la Cabra. La ruta se inicia a la altura del polideportivo municipal, antes de llegar al barranco de La Calera, a la izquierda y abajo vemos un antiguo molino de grano, subiendo con una pendiente media, llegamos a la zona del Molinillo, donde se ubica un antiguo cortijo y la alberca que sirve de riego a toda la vega de Lentegí, donde podemos disfrutar de una excelente panorámica del pueblo, del verdor exuberante de su vega y el Valle de Rio Verde con el mar de fondo. Siguiendo el recorrido, culminamos el paraje de las Viñas (donde se inicia el sendero hacia el rio Lentegí, ideal para la práctica del barranquismo), con vistas de dicha zona. Avanzando y tras pasar por los barrancos del Agua y Palmito, a la izquierda hay un desvío en el sendero para llegar a una antigua cortijada llamada “Guardajamas”, hoy deshabitada y donde se encuentra un manantial de agua que sirve para regar toda la vega de Lentegí.

La zona tuvo cierta relevancia en la posguerra, pues la resistencia al régimen franquista, popularmente conocidos como maquis, durante los años 1945-1952, encontraron refugio en lo escarpado de estas colinas cubiertas con pino carrasco. Tras una subida y posteriormente una bajada, nos situaremos en el “Barranco Arroba”, donde una alameda reverdece y mana otra fuente.

Finalmente y, tras una nueva subida, nos encontramos en el punto mas alto del sendero concretamente a 1062 metros sobre el nivel del mar, al llegar a la carretera de la Cabra (A-4050), a la derecha podemos ir en dirección Jayena y a la izquierda, podemos llegar, siguiendo la carretera, al parque Natural de la Almijara.

Se inicia en el núcleo urbano junto con al polideportivo municipal y sigue la pista forestal hacia la carretera de la cabra Montés (siguiendo la dirección de la ruta número 1), al llegar a la altura de la zona llamada las Viñas, existe un panel informativo que nos indica a la izquierda el recorrido del sendero. Discurre por un antiguo camino de herradura. Bajando por él, se llega a la zona denominada Los Barranquones, encontrándonos en el rio Lentegí, que con el paso del tiempo a generado un cauce ideal para la práctica del barranquismo. Enfrente podemos observar el Tajo Melión al sur y el Cerro El Cano hacía arriba. Cruzando el rio la ruta comienza a subir a las espaldas del Tajo Melión, en dirección a las llamadas Cebadillas, donde continuando el camino alcanzamos el Cortijo de Lisardo (hoy deshabitado y en ruinas). Desde este punto el senderista disfrutará de las impresionantes vistas del pueblo de Lentegí, parte del municipio de Otívar y el Valle de Rio Verde. Desde este punto, siguiendo un antiguo cortafuegos y subiendo un poco se llega a la zona de los repetidores de televisión, donde existe un mirador natural de toda la comarca y a la izquierda Sierra Nevada con su blancura en invierno.

Se inicia en la carretera de acceso al pueblo justo antes de llegar al núcleo urbano (si se accede por la carretera de la Cabra). A unos cien metros nos encontraremos una especie de cueva que antiguamente se utilizaba para hacer caleras de carbón. A la parte de atrás tenemos la vista del casco urbano del pueblo y caminando hacía abajo veremos el verdor de los frutales en la vega y el valle del río verde. Tras una leve bajada y pasar junto a una acequia que atraviesa el carril, nos situamos en los llamados “Cazarones”, donde se observa a la izquierda una parte de una antigua pared de una vivienda que formaba parte de uno de los tres barrios que conformaban el municipio de época árabe (Barrio de Cartagima), donde se encontraron restos de la época. Continuando con la bajada disfrutaremos de la singular belleza de los subtropicales y el olivar que predomina en esta zona, posteriormente tras una fuerte bajada nos encontraremos frente al Tajo Melión y al fondo el río Lentegí y los barrancones, ideales para la práctica del barranquismo. Existe una vereda para acceder donde nos encontramos, pero el paso del tiempo, y su poco uso hace que sólo sea apta para valerosos y experimentados.
Continuando encontramos tierras de cultivo, predominando el níspero, muy arraigado en la población. Tras unos dos kilometros se llega al cruce de acceso a Lentegí y carretera de la Cabra , A-4050, en ese punto tenemos varías alternativas, si se sigue la carretera de acceso a Lentegí, tras 2,5 Km, se llega al área recreativa de “El Sequero”, donde existen bancos y barbacoas para disfrutar del campo y los pinares que los circundan. Por el contrario, si se sigue en dirección Otívar podemos deleitarnos con la gastronomía de la zona a menos de un kilometro, en el Restaurante Los Olivos, o en el famoso restaurante del pollo a la manzana “El Capricho”.

Comenzamos nuestra andadura en la parte alta del Municipio de Lentegí, junto a la piscina municipal y al Restaurante el Mirador. Para llegar hasta allí habremos de sortear un laberinto de calles estrechas, estilo morisco y llenas de encanto. Esta parte alta del pueblo se conocía como la “Era del Peñón”. Las vistas hermosas nos descubren un escenario que contiene la Cuerda de Guadajámar, que es la linde con Albuñuelas y Los Guájares, el Cerro del Jaloche y la Sierra de la Almijara.
A 700 m del comienzo dejamos el camino asfaltado y tomamos una pista forestal a la izquierda. Esta es zona de monte bajo con abundancia de aulagas y plantas aromáticas
Entrando en la pista forestal encontramos a la izquierda unos antiguos corrales de ganado en desuso.
El camino se empina entre una espesa vegetación adornada por abundantes pinos. En las curvas se divisa a lo lejos Almuñécar, e incluso en días claros las montañas del Atlas de la costa africana.
A 1600 m del comienzo un camino con acentuada pendiente a la derecha nos conduciría a la Fuente del Cura, pequeña alberca donde antiguamente se aprovechaba su agua para la destilación del romero y otras plantas aromáticas. Si nos acercamos hasta ella podremos descansar y disfrutar de una bella panorámica del Río Verde, la Sierra de la Almijara y Peña Escrita.
Siguiendo nuestra ruta entramos en el Paraje de la Coneja; zona de bancales de olivos, algunos almendros y antiguos castaños. Es fácil ver conejos y perdices durante el recorrido.
A 3200 m del comienzo entramos en el Paraje de La Olla de María Aceite, con abundantes núcleos de encinas y pinos centenarios. A 4700 m dejamos el amplio camino y tomamos un camino menor a la izquierda. El cruce se encuentra justamente entre dos enormes pinos y a la altura de una escueta explotación de áridos. Si continuáramos por el camino anterior llegaríamos a Guájar Alto. Un km más abajo del cruce nos sorprendería el Picacho de Bodíjar, en la linde de los pueblos de Ítrabo, Jete y Lentegí. Por el camino que tomamos ahora nos dirigimos a una cortijada conocida como

Entrecierras. Las vistas de Sierra Nevada al fondo son muy hermosas, con más o menos nieve dependiendo de la época del año. Ya en el camino, atravesamos el cortafuegos del Pico de la Forosa.
Conforme avanzamos encontramos a la izquierda los cortijos de Entresierras. Estos cortijos eran antiguamente utilizamos como casas de labor y como viviendas; hoy están deshabitados. En esta zona existe una pequeña fuente y algunas albercas.
Nuestra ruta termina en un despejado cruce de caminos.

Se inicia esta ruta en la piscina municipal de Lentegí, a 1 km y el primer cruce cogemos a la derecha y abajo. Bajando nos encontramos plantaciones de olivos y almendros y algún pinar. Al llegar al segundo cruce (1,5 Km) a la derecha se va a la carretera de acceso a Lentegí, junto al cementerio municipal, hay que tomar la pista forestal hacia la izquierda, para llegar a la zona conocida como La Molineta, donde existe un antiguo molino reformado recientemente. Un poco más adelante vemos las primeras viviendas de Otivar que se nos quedan por debajo, desde aquí se ve el valle, Peña Escrita y el mar de fondo. Continuando el sendero por Cutas se llega a la Ermita de Bodijar, famosa en la comarca por su Romería. Este recorrido marca el limite de los términos municipales de Jete, Otivar y Lentegí. La ruta constituía un antiguo camino de herradura que servía de comunicación con los municipios de Itrabo y Molvizar, para finalizar en el término de Motril, por lo que era utilizada por los trabajadores temporeros de la caña de azúcar. Antes de llegar existe otro sendero señalizado que nos llevará a Jete.