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Senderismo Circular de La Atalaya (Padre Ferrer)

15,00 

Senderismo en Granada, el senderismo en la Sierra de El Manar, en Padul, posee numerosos miradores privilegiados sobre Sierra Nevada y el Valle de Lecrín. Uno de ellos es la Cruz de La Atalaya, un balcón sobre el municipio y su entorno. La ruta recorre el sendero PR-A-376 y lleva el nombre del padre Manuel Ferrer Muñoz, nacido en Padul, un sacerdote jesuita, montañero y naturalista.

Comarcas: Alpujarra y Valle de Lecrín

Municipios: Padul

Longitud del recorrido: 9,3 km

Duración estimada: 4h 15m

Altitud de salida: 748 m

Altitud máxima alcanzada: 1.218 m

Desnivel máximo positivo: 452 m

Ecosistemas: De media montaña

Época recomendada: Otoño, invierno y primavera

El Sendero Padre Ferrer, Circular de la Atalaya de Padul – PR-A 376 tiene su inicio en el Parque de la Estación de Padul. Atravesamos el pueblo pasando por Casa Grande, palacio barroco del año 1613, es el edificio más emblemático de Padul.

¿Qué necesitas?
-Transporte o te acoplas en otro vehículo.
-Ropa cómoda de manga corta, de manga larga, sudadera y chaquetón.
-Zapatillas o calzado de montaña con calcetines.
-Chubasquero (nunca se sabe).
-Bastones (recomendados).
-Crema solar, gorra y gafas de sol.
-Barritas energéticas, fruta, agua y zumo, para los descansos.

¿Qué incluye?

-Seguro de asistencia y seguro de responsabilidad civil.
-Monitores guías titulados.
-Reportaje fotográfico y videos de la actividad.

10 disponibles

Descripción

Senderismo en Granada, el senderismo en la Sierra de El Manar, en Padul, posee numerosos miradores privilegiados sobre Sierra Nevada y el Valle de Lecrín. Uno de ellos es la Cruz de La Atalaya, un balcón sobre el municipio y su entorno. La ruta recorre el sendero PR-A-376 y lleva el nombre del padre Manuel Ferrer Muñoz, nacido en Padul, un sacerdote jesuita, montañero y naturalista.
El Sendero Padre Ferrer, Circular de la Atalaya de Padul – PR-A 376 tiene su inicio en el Parque de la Estación de Padul. Atravesamos el pueblo pasando por Casa Grande, palacio barroco del año 1613, es el edificio más emblemático de Padul.

Subimos por la calle Vergel y Nieves hasta llegar a la antigua carretera N-323, que cruzaremos con mucho cuidado. Una vez finalizado el recorrido por el casco urbano, encontraremos el panel informativo de salida. Desde aquí las señales nos llevarán hasta el comienzo de la Vereda de los Gudaris.

El sentido del sendero lo haremos en el sentido de las agujas del reloj, por tanto en la bifurcación seguimos la flecha a la izquierda. El trazado coincide con el límite del parque natural de Sierra Nevada y transcurre bajo la sombra de los pinos del Cerro del Manar, por una vereda de buen trazado y agradables vista.

Después de cruzar varios barrancos por unos diques bien conservados, a unos 2.600 metros de la salida, se inicia una subida zigzagueante que salva un desnivel de 230 metros. Hemos llegado a la Cañada de la Cruz de la Atalaya. Cuando se llega a la zona más despejada del pinar habrá que girar bruscamente a la derecha, hay un hito que lo señaliza.

Iniciamos la subida de un cortafuego que nos conduce a la Cruz de la Atalaya (1.240 m). Las vistas son espectaculares, divisaremos los picos más altos de Sierra Nevada, la sierra de Albuñuelas, Tejeda y Almijara; el Valle de Lecrín y el humedal de la Laguna de Padul, la comarca del Temple e incluso Granada con el Albaicín y la Alhambra.

La Cruz está ubicada sobre los sillares de la antigua Atalaya de época nazarí, cuya misión era el control de la zona, tanto de mercancías como de movimiento de tropas entre Granada con la Alpujarra y la costa granadina, de ahí el nombre de Manar (faro en árabe)

Unos cien metros más abajo se encuentra el mirador del Padre Ferrer, sacerdote jesuita, montañero y naturalista. Un monolito deja constancia de la admiración del montañismo hacia la figura de este hijo predilecto del Padul, gran experto y escritor sobre el macizo penibético, con más de 30 publicaciones en su haber. Por ello el sendero PR-A-376 denominado circular de la Atalaya lleva su nombre para inmortalizar su obra y trayectoria en promocionar Sierra Nevada.

Bajamos por la Vereda de los Gudaris, por un firme bien conservado y con unas vistas espectaculares sobre Padul. Esta vereda debe su nombre a los soldados vascos que la realizaron a pico y pala, durante los catorce meses que estuvieron prisioneros, en la Casa Grande de Padul por el bando nacional, en el año 1937, durante la guerra civil.

Continuamos la bajada durante 1.800 metros, aproximadamente, hasta llegar al mirador existente junto a las canteras del Millón Cuarenta y Ocho. A 660 metros de este mirador encontraremos la bifurcación inicial del sendero, cerrando así el sentido circular de esta ruta. Ya nos queda continuar el camino de regreso hasta el Parque de la Estación punto de finalización del sendero.

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